Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid - Núm 62

Fecha del Boletín 
14-03-2014

Sección 1.3.110.1: I. COMUNIDAD DE MADRID


Código de Verificación Electrónica (CVE): BOCM-20140314-12

Páginas: 5


I. COMUNIDAD DE MADRID

C) Otras Disposiciones

CONSEJERÍA DE EMPLEO, TURISMO Y CULTURA

12
DECRETO 24/2014, de 13 de marzo, del Consejo de Gobierno, por el que se declara bien de interés cultural la pintura sobre tabla “Virgen con el Niño”, de Luis de Morales.

A solicitud de la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura (actualmente Ministerio de Educación, Cultura y Deporte), cuya Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes Culturales acordó declarar inexportable la obra de referencia y conforme al acuerdo adoptado por la Comisión Permanente del Consejo Regional de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, en su reunión de 28 de marzo de 2012, la Dirección General de Patrimonio Histórico, mediante Resolución de 17 de diciembre de 2012, incoa expediente de declaración como Bien de Interés Cultural de la pintura sobre tabla denominada “Virgen con el Niño”, de Luis de Morales.

En cumplimiento de la Resolución de incoación de dicho expediente, se abre un período de información pública por plazo de un mes, a contar desde el día siguiente a su publicación en el BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID de 11 de marzo de 2013, y se concede audiencia por el mismo plazo al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, al Ayuntamiento de Madrid, a la Real Academia de la Historia y a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, a fin de que cualquier interesado pueda examinarlo y presentar las alegaciones que estime oportunas.

Igualmente se notifica la Resolución a los interesados, a los efectos procedentes, al Ayuntamiento de Madrid, interesándole su exhibición en el tablón de anuncios por el plazo de un mes y al Registro General de Bienes de Interés Cultural del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para su anotación preventiva. Asimismo se da publicidad en uno de los periódicos de mayor circulación en el ámbito de la Comunidad de Madrid.

El bien queda anotado preventivamente en el Registro de Bienes de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid con el número de registro RBIC-2012-000005 y en el Registro General de Bienes de Interés Cultural del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, con el código 134329.

El Pleno del Consejo Regional de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, en sesión celebrada el 20 de febrero de 2013, aprueba por unanimidad su declaración como Bien de Interés Cultural.

En el expediente se han cumplimentado todos los trámites previstos en el procedimiento legalmente establecido, de conformidad con el artículo 10 de la Ley 10/1998, de 9 de julio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, vigente en la fecha de emisión de la Resolución.

Durante el período de instrucción del citado expediente se aprueba la Ley 3/2013, de 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid (BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID de 19 de junio de 2013), que entra en vigor el 20 de junio de 2013, conforme a su disposición final cuarta.

En consecuencia, el procedimiento queda afectado por la Ley 3/2013, de 18 de junio, por la que, conforme a su disposición transitoria segunda “los expedientes iniciados antes de la entrada en vigor de esta Ley continuarán su tramitación de acuerdo con lo establecido en la Ley 10/1998, de 9 de julio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, si bien la resolución deberá ajustarse al régimen establecido en la presente Ley”.

Finalizado el período de información pública y el trámite de audiencia se ha recibido informe favorable de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y acuse de recibo de la Real Academia de la Historia. No se han recibido alegaciones, por lo que se reitera la propuesta técnica inicial.

En su virtud, de acuerdo con lo establecido en el artículo 8 de la Ley 3/2013, de 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, a propuesta de la Consejería de Empleo, Turismo y Cultura, previa deliberación del Consejo de Gobierno, en su reunión del día de la fecha,

DISPONGO

Primero

Declarar Bien de Interés Cultural la pintura sobre tabla “Virgen con el Niño”, de Luis de Morales, de acuerdo con lo dispuesto en el Anexo del presente Decreto.

Segundo

Practicar la correspondiente inscripción en el Registro de Bienes de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, de la que se librará oportuna certificación al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Tercero

La entrada en vigor se producirá al día siguiente de su publicación en el BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID.

Madrid, a 13 de marzo de 2014.

La Consejera de Empleo, Turismo y Cultura, ANA ISABEL MARIÑO ORTEGA

El Presidente, IGNACIO GONZÁLEZ GONZÁLEZ

ANEXO

DESCRIPCIÓN Y JUSTIFICACIÓN DE LOS VALORES DEL BIEN QUE MOTIVAN SU DECLARACIÓN COMO BIEN DE INTERES CULTURAL

A) Descripción del bien objeto de la declaración

Denominación principal: “Virgen con el Niño”.

Denominación accesoria: “Virgen del sombrero con Niño”, “Virgen gitana”.

Autor: Luis de Morales “El Divino”.

Escuela: España.

Época: S. XVI, ha. 1560-65.

Clase de bien: Pintura.

Técnica: Óleo.

Materia: Óleo sobre tabla.

Medidas: 39 ´ 28,5 cm.

Estado de conservación: Bueno.

Luis de Morales, denominado “El Divino” por su primer biógrafo, Antonio Palomino, nació probablemente en Badajoz hacia 1510 y murió en esa misma ciudad en 1586. Pintor de excelente técnica y acusada personalidad, está considerado como uno de los más importantes entre los españoles de la segunda mitad del siglo XVI. Su formación plantea serios interrogantes, aunque Palomino lo hace discípulo del flamenco Pedro de Campaña, residente en Sevilla entre 1537 y 1563. Ciertamente la meticulosidad y detallismo de la pincelada, así como la concepción del paisaje, tienen ascendencia flamenca, y la mayoría de sus temas icónicos provienen de la tradición medieval, muy alejados del humanismo de la órbita italiana. Pero los tipos humanos, el colorido y el “sfumato” están emparentados con la escuela leonardesca lombarda de Bernardino Luini o Andrea Solario, que posiblemente conoció durante una estancia en Valencia a través del trabajo de Fernando Yáñez y Fernando de Llanos. Sin embargo, el rasgo más personal de su pintura radica en la atmósfera atormentada y en ocasiones casi histérica que respiran sus personajes, encerrados en una intensa vida interior, en línea con el ascetismo y crispada religiosidad que habían impuesto en la España de la segunda mitad del siglo XVI los movimientos místicos y contrarreformistas.

Luis de Morales tuvo su mejor etapa profesional entre 1550 y 1570, pintando entonces numerosos retablos, trípticos y tablas aisladas que alcanzaron gran difusión porque conectaban con la religiosidad popular, aunque una parte de su producción contuviera citas y rasgos de erudición para satisfacer a determinados clientes ilustrados, como los prelados de la diócesis de Badajoz a cuyo servicio estuvo. No está probada su presencia en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, aunque se sabe que Felipe II adquirió alguna de sus obras. La continua solicitud de sus temas iconográficos más frecuentes y populares le obligaron a mantener un taller en el que colaboraron sus dos hijos, Cristóbal y Jerónimo, responsable de muchas copias que en algún caso son tenidas como autógrafas.

En España se conservan pinturas del artista en diversos museos, fundaciones e instituciones públicas, siendo importante la colección del Museo del Prado. También están presentes sus obras en algunos de los principales museos y colecciones de Europa y América.

“Virgen con el Niño”, llamada también “Virgen del sombrero con Niño” o “Virgen gitana”, muestra a María de media figura como una hermosa joven, casi adolescente, que sostiene delicadamente a su hijo con su brazo derecho y sobre su costado, al tiempo que con su mano izquierda le acaricia un pie. El Niño, de cuerpo entero, gira su cuerpo hacia la derecha con la cabeza desplazada, mirando directamente un crucifijo que coge con su mano y que apoya en la rodilla de su madre.

Las figuras son dulces y delicadas. La del Niño es un modelo ya conocido, su semblante guarda cierto parecido con el de la versión “Virgen de la rueca” (Hispanic Society of America, Nueva York). La bella cabeza de la Virgen, de cabellos cobrizos cayendo en tirabuzones y minuciosamente dibujados, evoca modelos de Juan Correa de Vivar. Su rostro recuerda al de la versión titulada “La Virgen vestida de gitana con el Niño” (1567, Colección Conde de Adanero, Madrid).

Destaca la indumentaria de ambos por su belleza y riqueza, lograda por la gama de colores empleada por el artista, blancos, azules y dorados. El paño que cubre parcialmente al Niño tiene fondo blanco con ricos bordados en oro. María viste camisa de hilo, vestido o túnica abierto y un singular tocado en forma de plato. Posiblemente sea este el elemento más llamativo, realizado mediante el trenzado de cintas de seda de diferentes colores, azules y blancas bordadas con motivos vegetales y geométricos. La camisa de hilo blanco con cintas en puños y antebrazos sigue las modas locales del momento, decorada tanto en las mangas como en la pechera con bordados recogidos en bandas oblicuas de motivos lineales y pequeñas flores, muy similares a los que aparecen en la camisa de la versión “Virgen con el Niño” (ha. 1567, Ashmolean Museum de Oxford) en la que el autor ha representado bordados tradicionales extremeños. Completa su atavío el vestido o túnica de color azul lapislázuli con flecos realizados en hilo de oro.

La escena se desarrolla en un interior que carece de cualquier referencia espacial o temporal sobre un fondo oscuro. Desde el punto de vista temático, la representación de la Virgen con el Niño es una de las más repetidas por el autor, junto con la Piedad y el Ecce Homo. El hecho de que Luis de Morales repitiera insistentemente este asunto, incluso la existencia de otros cuadros emparentados formalmente con el que nos ocupa, como “La Virgen con el Niño y San Juanito” (ha. 1570, Museo del Prado), “Virgen con el Niño” (ha. 1567, Ashmolean Museum de Oxford), “La Virgen vestida de gitana con el Niño” (1567, Colección Conde de Adanero, Madrid), “La Virgen del sombrero” (ha. 1560-70, Colección Arango, Madrid), o “La Virgen del sombrero” (1567, Colección Balanzó, Barcelona), no resta un ápice de singularidad a la obra, ya que además de su gran calidad pictórica, tiene la particularidad de combinar el atractivo tema de la Virgen tocada con sombrero (llamada popularmente Virgen Gitana) con el del Niño sujetando el crucifijo que prefigura la Pasión.

Alfonso Pérez Sánchez ha supuesto que Morales se sirvió como modelo de un grabado de la publicación de François Desprez “Recueil de la diversité des habits qui sont à présent en usage” (1567) en el que representaba a una mujer con un niño en los brazos vestida “a la egipcia”, pues llevaba idéntico sombrero, y que el pintor se inspiró en él bajo la influencia de su mecenas y obispo de Badajoz, Juan de Ribera, del que se sabe con certeza que mandó pintar en 1567 las tablas de la colecciones Adanero y Balanzó.

Alfonso Rodríguez G. de Ceballos ha señalado que este modo de representar a la Virgen no obedece a un gusto por lo popular o pintoresco sino a un estudio erudito y arqueológico para el que el artista se sirvió de estampas y fuentes escritas, siguiendo el consejo de expertos en iconografía, entre otros Juan de Ribera, patriarca de Antioquía, arzobispo, virrey de Valencia y hombre de gran cultura, graduado en artes, teología y cánones por la Universidad de Salamanca, que nombró a Morales su pintor de cámara y le encargó numerosas obras, unas para su despacho y oratorio y otras para enviarlas a diferentes lugares como Ávila o Sevilla.

Con respecto a las representaciones del Niño con una cruz de madera, que aparece habitualmente en la iconografía de la Virgen de la rueca, “Virgen de la rueca” (Palacio Real de Madrid), “Virgen con el Niño” (1570, Hermitage, San Petersburgo), “Virgen de la rueca” (ha. 1567-69, Staatliche Museen, Berlín), “Virgen de la rueca” (Hispanic Society of America, Nueva York), hay que señalar que el Niño suele portar un huso en una de sus manos como elemento asociado a la cruz (y no la rueca que da título a los cuadros), salvo en esta tabla, lo que reafirma el carácter particular de la pintura.

Esta versión, desconocida o ignorada hasta ahora en la bibliografía especializada sobre el pintor, es sin embargo una de las de mayor calidad que se conservan. La riqueza de los materiales utilizados, oro fino y azul lapislázuli, reservados para los encargos de importancia, indican que, pese a su pequeño tamaño, fue destinada a un personaje destacado.

La pintura es de una gran finura, combinando la sutileza del tratamiento de los rostros, en los que los sobre la transparente blancura de la piel se dibujan tenuemente los rasgos con un perfecto “sfumato” leonardesco (espléndido sobre todo el de María), con el detallismo primoroso en cabellos y vestimentas, logrando un perfecto equilibrio entre tonos fríos y cálidos, ennoblecido por el uso de líneas de oro simulando bordados. Las figuras, aisladas por el fondo negro, aparecen ensimismadas y ajenas al espectador, concentradas en su mundo interior. El pintor ha creado una escena cargada de intensa emotividad, no solo por la composición e iluminación de las figuras, sino por el sentido ambiguo de los gestos y expresiones de ambos, aparentemente anecdóticos, pero que se presentan como prefiguraciones de la Pasión. La melancólica ternura de la mirada de María refleja el reconocimiento del sufrimiento futuro del pequeño, como también la del Niño mirando la cruz, reforzando con ello la lectura pasionista y redentorista de la obra.

Se trata, en suma, de una obra de madurez de Luis de Morales, de gran calidad artística y técnica, realizada a partir de los materiales más nobles, que recrea y combina varios de los temas más queridos por el pintor, por lo que reúne las características previstas en el artículo 2.2 de la Ley 3/2013 de 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, para su declaración como Bien de Interés Cultural.

B) Estado de conservación del bien y criterios básicos por los que deberán regirse las futuras intervenciones

El cuadro carece de marco original. La tabla soporte es de escaso grosor, en torno a medio centímetro, con una curvatura moderada. Tiene una pequeña grieta vertical en la zona inferior con pérdida mínima de materia pictórica. La superficie presenta el menudo y característico agrietamiento de la pintura antigua sobre tabla, denotando que no ha sufrido restauraciones ni repintes significativos, lo que añade valor y singularidad a la pieza. El informe aportado por la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales del Ministerio de Cultura previo al inicio del expediente indica que se observan pequeñas pérdidas de oro en los bordados de la indumentaria de la Virgen.

Según se desprende del simple análisis visual, la obra no precisa intervenciones urgentes. Los criterios a aplicar en cualquier restauración futura serán, en cualquier caso, los de mínima intervención, diferenciación y reversibilidad.

(03/8.373/14)

Nota: El contenido del texto de la disposición que aquí se muestra no es necesariamente exacto y completo. Únicamente la disposición publicada con firma electrónica, en formato PDF, tiene carácter auténtico y validez oficial.

Sección 1.3.110.1: I. COMUNIDAD DE MADRID

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