Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid - Núm 184

Fecha del Boletín 
05-08-2019

Sección 1.3.40.1: I. COMUNIDAD DE MADRID


Código de Verificación Electrónica (CVE): BOCM-20190805-15

Páginas: 4


I. COMUNIDAD DE MADRID

C) Otras Disposiciones

CONSEJERÍA DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTES

15
DECRETO 71/2019, de 30 de julio, del Consejo de Gobierno, por el que se declara Bien de Interés Cultural la pintura titulada “Retrato de niña o joven inmaculada”, atribuida a Diego Rodríguez de Silva y Velázquez.

Mediante Orden Ministerial de 21 de abril de 2017, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (actual Ministerio de Cultura y Deporte), a propuesta de la Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural (actual Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte), previo informe favorable de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español, se declara expresamente inexportable, como medida cautelar, la obra de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez titulada “Retrato de niña o joven Inmaculada”, por tratarse de:

Un bien de gran interés para el Patrimonio Histórico Español, ya que a falta de unos estudios técnicos más completos, todo parece indicar que se trata de una obra atribuible a Velázquez.

Este “Retrato de niña o joven inmaculada” comparte con varias obras autógrafas de la etapa sevillana de Velázquez una misma concepción formal y unas fórmulas técnicas similares, y supone una aportación reseñable, sobre todo desde el punto de vista tipológico, al catálogo de su autor.

Todo ello, unido al hecho de que la etapa sevillana de Velázquez es, comparativamente, la peor representada en las colecciones españolas, impulsan a adoptar la medida cautelar de declarar esta pintura expresamente inexportable.

Vista la propuesta emitida por la Subdirección General de Protección y Conservación de la Dirección General de Patrimonio Cultural, considerando que la citada obra, merece ser declarada Bien de Interés Cultural por su valor histórico y artístico, la Dirección General de Patrimonio Cultural, mediante Resolución de 3 de diciembre de 2018, incoa expediente de declaración como Bien de Interés Cultural de la citada pintura.

En cumplimiento de dicha Resolución se notifica a los interesados, a los efectos procedentes, al Ayuntamiento de Madrid, interesándole su exhibición en su tablón de anuncios por el plazo de un mes y se solicita informe a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Igualmente, se abre un período de información pública por plazo de un mes, a contar desde el día siguiente a su publicación en el BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID (17 de diciembre 2018), y se concede audiencia por el mismo plazo a los interesados, al Ayuntamiento de Madrid y al Consejo Regional de Patrimonio Histórico, a fin de que cualquier interesado pueda examinar el expediente y presentar las alegaciones que estime oportunas.

Asimismo, se notifica al Registro General de Bienes de Interés Cultural del Ministerio de Cultura y Deporte y al Registro de Bienes de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, quedando anotado preventivamente en los respectivos registros con los códigos 145477 y RBIC-2018-000012.

En el expediente se han cumplimentado todos los trámites previstos de conformidad con lo establecido en el artículo 7 y concordantes de la Ley 3/2013, de 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid.

Durante el período de trámite de audiencia se recibe informe del Director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, indicando que, habiéndolo tratado en la correspondiente Comisión de Monumentos y Patrimonio Histórico y aprobado por el Pleno de la Academia en su sesión del día 10 de diciembre de 2018, esta Academia no se manifiesta conforme con la incoación para la declaración como BIC, por carecer de informe científico de expertos reconocidos y no estar avalada por ningún especialista, museo, instituto, o departamento de pintura alguno. En relación a este asunto, la Dirección General de Patrimonio Cultural informa que la propuesta de declaración de esta obra de arte como Bien de Interés Cultural viene avalada por la petición al respecto remitida por la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura y Deporte, que a su vez viene dada a propuesta de la Dirección General de Bellas Artes y Patrimonio Cultural, previo informe favorable de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español. Los miembros componentes de este órgano son profesionales de reconocido prestigio dentro del ámbito de los bienes culturales, que asimismo requieren de forma habitual los informes pertinentes con el fin de realizar las valoraciones adecuadas de los bienes. Por ello, se considera que el aval científico especializado que requiere la academia ya se incluye de oficio en la petición elevada por el Ministerio a esta Comunidad Autónoma.

En su reunión del 18 de diciembre de 2018, el Pleno del Consejo Regional de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid muestra su conformidad por mayoría de sus miembros con la Resolución de la Directora General de Patrimonio Cultural de 3 de diciembre de 2018, por la que se incoa expediente de declaración como Bien de Interés Cultural de la pintura “Retrato de niña o joven inmaculada”, atribuida a Diego Rodríguez de Silva y Velázquez.

Asimismo, no consta que se hayan presentado alegaciones, por lo que se reitera la propuesta técnica inicial.

En su virtud, de acuerdo con lo establecido en la Ley 3/2013, de 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, y en el artículo 1.3 Ley 16/1985, de 25 de junio, de Patrimonio Histórico Español, a propuesta de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes, previa deliberación del Consejo de Gobierno en su reunión del día 30 de julio de 2019.

DISPONGO

Primero

Declarar Bien de Interés Cultural la pintura titulada “Retrato de niña o joven inmaculada” atribuida a Diego Rodríguez de Silva y Velázquez, de acuerdo con lo dispuesto en el Anexo del presente Decreto.

Segundo

Practicar la correspondiente inscripción en el Registro de Bienes de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, de la que se librará oportuna certificación al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Tercero

El presente Decreto producirá efectos el día siguiente al de su publicación en el BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID.

Madrid, a 30 de julio de 2019.

El Consejero de Cultura, Turismo y Deportes en funciones, JAIME MIGUEL DE LOS SANTOS GONZÁLEZ

El Presidente en funciones, PEDRO MANUEL ROLLÁN OJEDA

ANEXO

DESCRIPCIÓN Y JUSTIFICACIÓN DE LOS VALORES DEL BIEN QUE MOTIVAN SU DECLARACIÓN COMO BIEN DE INTERÉS CULTURAL

Descripción del bien objeto de declaración:

— Denominación: Retrato de niña o Joven Inmaculada

— Autor: Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (atribuido).

— Escuela: escuela española.

— Época: s. XVII.

— Clase del bien: pintura.

— Técnica: pintura al óleo.

— Materia: óleo sobre lienzo,

— Medidas: 57,7 ´ 44 cm.

— Estado de conservación: irregular.

La pintura objeto de consideración es un lienzo de 57,5 ´ 44 centímetros, obra inédita hasta su salida a subasta en 2017 en la sala Abalarte de Madrid. En el catálogo número 18, de 25 de abril de dicho año, figuraba con el número de lote 41 un óleo sobre lienzo de Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (Sevilla 1599-Madrid 1660) con título “Retrato de niña o joven inmaculada”, que situaba cronológicamente en la época de juventud del pintor.

En el mismo mes de abril de 2017, desde el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, por Orden Ministerial, se resolvió declarar la pintura inexportable, vistas las semejanzas con obras autógrafas del período sevillano de Velázquez, una de sus etapas menos representadas.

La historia conocida del lienzo se limita a algo más de los últimos cien años, cuando formó parte de varias generaciones de la misma familia, desconociéndose tanto los trescientos años anteriores como el autor de la pintura, información que fue proporcionada por la familia propietaria, de origen andaluz, a la casa de subastas. La atribución al pintor sevillano —en ausencia de documentación y de exámenes químicos— ha venido dada por similitudes formales y una técnica semejante a obras del período sevillano de Velázquez por la casa de subastas Abalarte y el francés Richard Willermin, experto en pintura antigua. Una vez que se llevó a cabo la subasta, hubo unanimidad entre los especialistas que vieron el lienzo en considerarlo obra de Velázquez, así como situarlo cronológicamente en la etapa sevillana del pintor, anterior a 1622.

La pintura muestra a una niña de grandes ojos negros, ligeramente en posición de tres cuartos y de medio cuerpo prolongado, ante un fondo oscuro; mantiene la mirada dirigida al espectador, juntando sus dedos en actitud de oración. Porta un manto verde envuelto en torno a su cintura, apoyado en su brazo izquierdo y viste una saya de tonos ocres de la que asoma el cuello blanco grisáceo de una camisa con corta lazada; lleva unos pequeños pendientes —visible el lado derecho— y en la mencionada lazada lleva prendida una joya en forma de rombo, de la que cuelga lo que parecen ser unas perlas. Se puede considerar la posibilidad de que fuera un modelo real; siendo una obra atribuida a Velázquez podría haber sido alguien del entorno familiar del pintor ya que acudió con frecuencia a ellos.

En la radiografía facilitada por Abalarte es visible, rodeando la cabeza de la niña una serie de estrellas blancas, tal como si se tratara de una “Inmaculada niña”, y que en un determinado momento se repintó de tono oscuro. Es un tema que Velázquez trató en diversas ocasiones, la cuestión de la “Inmaculada” fue objeto de controversia en Sevilla cuando el pintor se formaba como tal. Por razones técnicas y estilísticas, la “Inmaculada niña” se puede poner en relación con la “Inmaculada” de la Fundación Focus (hacia 1617) y la conservada en la National Gallery de Londres (hacia 1618), imágenes están representadas con edades distintas.

Sin considerar la autoría como tal, las características de la obra la acercan cronológicamente a la etapa sevillana, anterior a 1622, en donde se ven los paralelismos y semejanzas con trabajos velazqueños. Se aprecia en el método compositivo, la niña ocupa casi todo el lienzo y se dispone en un plano muy cercano al espectador —puesta en relación con otras de dicho período, es el caso de “Vieja friendo huevos” (1618. Edimburgo. Galería Nacional de Escocia), de etapa sevillana del pintor— dando lugar a un gran intensidad expresiva y cierta monumentalidad; en la mirada brillante que la niña dirige al espectador, tal como un retrato; en el empleo de una técnica basada en una pincelada de pasta densa que modela la figura, con un dibujo preciso que contornea y cierra las formas; en el uso de una policromía predominante de colores cálidos, ocres y terrosos; también en el tratamiento de la luz de efecto tenebrista, con un foco de luz visible en un primer plano lateral que potencia la figura en contraste con la oscuridad del fondo, dando a la figura infantil clara volumetría y atrayéndola hacia el espectador. La plasticidad en la ropa de la niña especialmente en el espesor de los pliegues de la tela del brazo y el manto con el efecto de sensación escultórica, se acerca a la rotundidad de la escultura policromada, dando lugar a una forma de ver el retrato cercano a la escultura, consecuencia de la colaboración de los pintores en la policromía de figuras talladas.

Tanto en la pintura citada de “Inmaculadas” como en otras de esa etapa, mantiene similitudes, en la densidad cromática con “La adoración de los Reyes Magos” (1619, Madrid, Museo del Prado) o “El aguador” de Sevilla (1620, Londres, Museo Wellington), obras seguras de Velázquez.

En el cuadro, el pintor recrea una realidad física junto al estudio anímico de la persona. La niña de mirada seria transmite a través de sus ojos tristeza, melancolía e introspección. Con enorme capacidad, es la representación física del natural en unión de vida interior con gran autenticidad. Se trata de un retrato de gran fuerza que muestra la genialidad de su autor.

La obra es una evidencia de la relación entre la escultura y la pintura —influencia de la escultura de Juan Martínez Montañés—. Por su corporeidad y modelado firme en rostro y manos, así como por el cromatismo acerca la obra a las primeras experiencias pictóricas de Velázquez.

Destaca la capacidad excepcional del pintor para el retrato, con un reducido uso de pigmentos, dominando el natural con aparente sencillez, representa la expresión individual creando una imagen viva e inmediata, dotada de corporeidad y expresión; es un retrato excepcional, que muestra la prodigiosa mirada de la niña llena de ternura y melancolía, propio de un pintor genial; en el caso de la atribución a Velázquez, ya desde sus inicios pictóricos.

Un retrato extraordinario con una gran individualización, obra de indudable calidad técnica y artística, que mantiene estrechas similitudes técnicas y estilísticas con obras autógrafas de la etapa sevillana de Velázquez, uno de los períodos menos representado en museos y colecciones públicas españolas.

Estado de conservación del bien y criterios básicos por los que deberán regirse las futuras intervenciones.

Con relación al estado material, la radiografía de la pintura deja ver una conservación irregular. Se desconoce si la tela habría formado parte de una composición mayor. La radiografía de la casa de subastas muestra una parte del lienzo en mal estado, con roturas y zonas donde se han recolocado parches de la misma tela con distinta disposición de trama y urdimbre.

Los criterios de restauración a aplicar en futuras restauraciones habrán de ser los de mínima intervención, diferenciación y reversibilidad.

(03/27.611/19)

Nota: El contenido del texto de la disposición que aquí se muestra no es necesariamente exacto y completo. Únicamente la disposición publicada con firma electrónica, en formato PDF, tiene carácter auténtico y validez oficial.

Sección 1.3.40.1: I. COMUNIDAD DE MADRID

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